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Oraciones

Oraciones

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A ti, oh grande y eterno Dios,

Señor del Cielo y del abismo

a quien obedecen los vientos y las olas,

nosotros hombre de mar y guerra,

marinos de Colombia.

 

Desde nuestras bases

y santas naves armadas para la Patria,

elevamos nuestros corazones.

salva y exalta en tu fé,

oh gran Dios, a nuestra nación.

Y haz que siempre la ciñan como defensas,

pechos de hierro más fuerte que el acero

que acoraza nuestras naves y nuestras

Armas, y dales por siempre la victoria.

 

Bendice, Oh! Señor,

nuestros hogares lejanos,

nuestros seres queridos y

bendice al caer de la noche,

el reposo de nuestro pueblo,

y bendícenos a nosotros que por asegurarlo

Velamos en armas sobre el mar.

Da justa gloria y poderío a nuestra bandera,

ordena que las tempestades y los vientos le

sirvan y pon sobre el enemigo el temor

a ella.

Bendícenos Señor.

 

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Colombia patria mía

Te llevo con amor en mi corazón,

Creo en tu destino

y espero verte siempre Grande,

respetada y libre.

En tí amo todo lo que me es querido;

tus glorias, tu hermosura, mi hogar,

las tumbas de mis mayores,

mis creencias, el fruto de mis esfuerzos

y la realización de mis sueños.

Ser marino tuyo, es la mayor de mis glorias.

Mi ambición más grande

es la de llevar con honor

el título de Colombiano,

y llegado el caso,

Morir por defenderte.

El Buque de Guerra es un claustro heroico,

no entréis en esa religión

si no os sentís con la vocación sublime,

pues mientras seáis allí

depositarios de la bandera de la patria,

cualquier debilidad humana

podrá arrastraros al deshonor.

Esta Armada que aquí vez,

bajo el hielo y el calor

sin más política es,

el mundo que nadie espera.

 

De ser preferido fuera

no por la nobleza que hereda

sino por la que se adquiere

pues aquí la sangre excede

 el lugar que uno se hace

y sin mirar cómo nace,

se mira como procede.

 

Aquí la necesidad no es infamia.

  sí es honrado, pobre

y desnudo un marino,

tiene mayor calidad

que el más galán y lucido.

 

Pues aquí lo que sospecho,

no adorna el vestido al pecho,

sino el pecho adorna el vestido

y así de modestia llenos

 a los más viejos verás,

tratando de ser lo más,

sin aparentar ser lo menos.

Aquí la principal hazaña es obedecer

 Y el modo como debe ser,

es ni pedir ni rehusar.

 

Aquí el fin es la cortesía,

el buen trato, la verdad.

 La finesa, la lealtad,

el honor, la bizarría,

el crédito, la opinión,

la constancia, la paciencia,

la humildad y la obediencia.

 

Fama, honor y vida son

causal de buenos marinos,

que en buena o mala fortuna

la milicia no es más que una,

RELIGIÓN DE HOMBRES HONRADOS.